El lote tiene casi 9.00 x 8.00 m.
Estructuralmente se tomaron pocas decisiones pero fundamentales para materializar las premisas espaciales que demandaba el proyecto.
- Incorporar el exterior a cada nuevo ambiente, visualmente cada espacio sería hasta los límites del terreno, no hasta su cerramiento.
- Dejar al descubierto la estructura original de las losas de bovedilla, incluso con las cicatrices de los antiguos muros portantes.
- Plantear en el piso superior el programa social, generando un patio y una nueva terraza, esta vez verde, sobre la preexistente
Una sola columna en perfil grey de 160 y 3 IPN de 160 fueron los únicos elementos que reemplazaron los pesados muros de 30 que soportaban la carga de las losas existentes.
Las paredes fueron reemplazadas por carpinterías de PVC y doble vidrio, todas de piso a techo, incorporando al interior de la casa, la superficie de las dos galerías originales.
En el dormitorio de planta baja y en el living, se plantearon grandes ventanales corredizos que desdibujan el límite interior-exterior y permiten el uso integrado. En el resto de la casa, se plantearon paños fijos y ventanas de abrir oscilobatientes.
La vegetación propia y del entorno, le aporta color al blanco base elegido para la caja, como contenedor. Solamente un muro pintado de color oscuro, aporta profundidad al patio y acompaña un remate.
La implantación en el corazón de la manzana provee protección, posibilitando que la casa sea abierta y en constante contacto con el exterior. Incluso hasta en el sector de la ducha, donde se pensó una lucarna para recibir luz cenital y ver el cielo.